¿Qué tipos de Expedientes de Regulación de Empleo existen?

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Mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), las empresas pueden reducir su plantilla. A continuación, repasaremos los diferentes ERE que existen y sus particularidades.

Cuando una empresa está en crisis hay que tomar decisiones que, en muchas ocasiones, afectan a la plantilla. Los ERE son un mecanismo a través del cual se puede ajustar la plantilla a situación por la que está pasando la empresa.

Existen diferentes tipos específicos de ERE que se adaptan a las diferentes circunstancias de la empresa:

El ERE de extinción: conocido como despido colectivo, implica la finalización de la relación laboral entre la empresa y parte de los trabajadores. La empresa debe justificar las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción para llevarlo a cabo.

El ERE de suspensión: consiste en elaborar un nuevo calendario laboral indicando días de suspensión en los que no habrá actividad laboral, por lo que se conoce como “mandar a los trabajadores a casa”.

El ERE de reducción: consiste en reducir la jornada laboral determinados días de la semana, por lo que los trabajadores continúan trabajando pero menos horas.

Estos dos últimos tipos son en realidad Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) porque no implican el despido de los trabajadores. En cambio, el ERE de extinción es definitivo, aunque los afectados tienen derecho a impugnar el despido colectivo.

También para llevar a cabo un ERTE debe de haber causas objetivas que lo motiven pero a diferencia del ERE, está pensado para solucionar una mala situación coyuntural de la empresa, es decir, se espera que en un futuro mejorarán sus circunstancias. 

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